Estamos como en los Tiempos de Noé
REVELACION DEL 5 DE JUNIO DE 2009 CERCA DE LAS 5:00 AM
El Señor volvió a mostrarme los juicios terribles que se acercan para el planeta tierra. En esta revelación era ya el dia que comenzaban los juicios. Dios me dijo la hora y la fecha en que comenzarian estos juicios, pero fueron borrados de mi mente. El Señor habia dado instrucciones específicas y claras a su pueblo de que entraramos a un barco, como especie de un crucero gigante. Alli el tambien habia dicho como se iban a acomodar las cosas, en los lugares específicos; las provisiones en la parte superior. Alli vi alimentos enlatados, muchísimas cajas de agua, galletas, formula para bebes, todo bien organizado y ordenado.
En la parte del medio se acomodaria el pueblo de Dios. Solo los fieles, los que aman a Dios y le sirven en espíritu y en verdad. Se nos habian dado instrucciones de permanecer en esta parte una vez comenzaran los juicios, sentados o de pie pero todos allí unidos. No habia nada mas, solo el pueblo de Dios. En la parte derecha, cerca de las ventanas, estaban los coches de nuestros hijos. Al otro extremo, a la izquierda, habia una estiva grandísima de sábanas y frisas todas muy bien organizadas y dobladas.
Estábamos en aquel barco ya que ese dia comenzarian los juicios de Dios, pero el barco aún estaba en el puerto. La gente acomodaba sus cosas y una vez alli, las pertenencias dejaban de ser de uno solo y se convertian en nuestras . No habian etiquetas con nombre o apellido todo lo que habia era de todo y todo se compartiria!. Mientras el barco permanecia en puerto, muy poca gente continuaba entrando. Dios en su infinita misericordia habia puesto un requisito para poder entrar; aceptarlo como dueño y único salvador.
Lamentablemente vi a una multitud grande rechazar nuevamente a Jesucristo y en el mismo momento se les fue negado el acceso al barco. Oí y ví como maldecian y gritaban y eran sacados por dos personas altas. Vi como tres o cuatro aceptar a Jesucristo. Tres o cuatro de una multitud tan grande! Qué tristeza! Queria salir a hablarles y pedirles que se arrepintieran de corazón, pero no se nos permitió a ninguno de los que estabamos adentro. El Señor me dijo que ya les habian predicado y que ya habian escuchado su Palabra que ya habian tenido la oportunidad y que nadie saldria de aquel barco. Vi mucha gente que conozco rechazar a Cristo y se les denegó la entrada al barco.
Yo sabia que era de dia pero el cielo estaba muy oscuro y parecia de noche porque no habia luz del sol. El tiempo estaba bastante raro. Vi que las nubes se movian en dirección contraria y el viento tambien. Lo sabia por los árboles y las aves. El aire era denso y difícil de respirar. Se sentia húmedo y pesado. Sabíamos que comenzarian los juicios por el tiempo y la lluvia, pero Dios habia dicho que la lluvia comenzaria poco a poco y que luego seria copiosa. Esas eran las señales.
Oí una voz fuerte y autoritaria y con gran cólera decir:"Estoy cansado ya de la desobediencia, de que me den la espalda. Muchos me piden bendición. Me dicen que una vez que la reciban van a trabajar para mi obra, pero cuando envio la bendición y la reciben, se olvidan de su promesa. Estoy airado, mucho ocio, mucha televisión. Mi pueblo no me busca, ni ora. Han Olvidado mi Palabra. Ayyyy!! y los pastores que se preparen. Mi casa no es casa de apuesta (cuando el Señor me dijo esto, vi un casino, donde se ve mucho pecado, pero detrás de la cortina hay cosas aún peores). No enseñan mi Palabra. Comenzaré a cortar cabezas porque mi misericordia se agotó. Muchos descarriados y mi pueblo no sale a la calle a buscar a los perdidos". Todos llorábamos y clamábamos pidiendole misericordia. Entonces una voz fuerte y muy muy airada dijo: "NOOOOO!!!!, solo guardaré a mi pueblo, a mis fieles".
Habia mucha gente asustada, mucho pueblo de Dios en llanto y lágrimas. Entonces muchos de los que estaban mas calmados comenzaron a interceder, a orar para fortaleza. Habia como catorce a dieciseis personas orando cuando todos, a la misma vez, comenzaron a hablar lenguas y a interpretarlas al unísono; "No teman, yo he prometido guardarlos, no hay porqué temer".
Pueblo de Dios el tiempo se agota, pero aun el barco, que simbloiza la presencia de DIOS, aun esta vigente, pero muy pronto se cerrara y entonces el que no haya escuchado y no haya arreglado su vida con DIOS llorara lagrimas de sangre.
El que tenga oidos oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia
Apocalípsis 3:22 y 2:11
Revelado a Leillian Rivera, sierva de Jesucristo
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